martes, 13 de octubre de 2009

HSBC

Mil cosas en la cabeza. Depositar cheques. Solicitar estados de cuentas. Regresar rápido para comer. Recordar qué depósitos van separados. etc etc etc. Todas aquellas cosas que generalmente evitó pensar, pero ¿defraudar al patrón? ¡Nunca! Hay que estar atento...

Conducir siete cuadras, con aire acondicionado e inclusive la radio, suele ser eterno, más hacia destinos incómodos. La radio solo ofrece propaganda gubernamental: diferentes acentos del país me piden que vote, los diputados intentan convencerme de que gano si hay más impuestos, los gobiernos estatales y municipales se arrastran para que confié en ellos, el presidente alardea que mil niños están desayunando una manzana y leche gracias a mí y los pinches magistrados proclaman su existencia. Apagar la radio es una opción, o cambiar de estación, pero confió en que después de la sesión de comerciales pueda venir una canción que me haga sonreír; y en efecto comienza una buena” rola”. Rola que no podré escuchar porque arribando estoy, he llegado a tierra prometida, a la meca, al HSBC.

Bajo algo encandilado, a pesar de portar lentes, y me deslizo con particular soltura a la entrada. Noto que el policía me hace un terrible gesto y contesto mirando retadoramente. “jajaja”, pienso, “pinche policía me la pela”. Miró por los “transparentes” cristales de la puerta y sí, todos mis miedos se realizan! Hoy es quincena y en 10 minutos cerrará el banco!
¿Como fue que encontré estacionamiento? ¿Como llegaron todos aquí? ¿El policía habrá notado mi desafiante mirada, a pesar de los lentes?

No importa...

Entro con actitud altanera y descubro que hay 2 clientes más première, “eso explica los pocos vehículos” chistoreteo conmigo mismo y me autoregaño por ser tan culero. Y heme ahí, parado detrás de dos sujetos, inerte, cumpliendo las reglas ya protocolarias de las filas. No hablo, pestañeo poco, me confinó en mí. Al igual que los demás.

Pienso en las demás personas, en quienes son, como llegaron aquí (de nuevo), les atribuyo personalidades y profesiones/oficios. Encuentro particular interés en quienes, dentro de su ensimismamiento, ven a las demás personas, ¿se preguntarán lo mismo que yo? ¿Qué pensaran de mí? ¿Acaso seré un mafioso para alguno de ellos? ¿Una estrella de rock? Un yupi cualquiera...
También me llama la atención el banco en sí. Nadie de los que trabaja aquí presta el más mínimo interés en los clientes. Somos fantasmas. Entes visibles, pero indeseables a la vista. Es más deseable ver el color rojo, lo hay por todas partes, distrae, cuando menos te das cuenta lo ves y recuerdas. Recuerdas aquellos días en la preparatoria, aquellos días de fiesta, todas las personas a las que ya no les hablas pero pasaron junto contigo los mejores días de tu vida. ¿Ahora que? No se viven los peores días, ahora ya nada mas se viven los días. Sin duda la etapa de “diversión de adulto-responsabilidad de niño” es la que marca nuestra vida, provoca melancolía...

¡TOC! ¡TOC! ¡TOC!

Alguien afuera golpea las puertas con violencia. Siento miedo, la violencia y los bancos no son buena combinación desde mi perspectiva. Volteo manteniendo la “altanería” a todo lo que da...

¡Puta madre, que vergüenza!- pienso

Adiós a la actitud altanera, ahora quiero pasar desapercibido; encojo los hombros, miro hacia afuera con fingida poca intensidad, volteo esporádicamente hacia la derecha o la izquierda o a donde sea...

Mi padre, mi patrón, continua golpeando la puerta y gritando con tremenda violencia al policía, al parecer quiere entrar. Veo mi reloj y falta un minuto para las 6, aún legitima hora para pasar. No soy el único consternado, los clientes chismorrean entre si y con miradas entre de miedo y asombro ven como el gerente del banco sale rápidamente a mediar el conflicto entre el “el señor justicia” y mi señor padre.

Al salir el gerente es invitado a consultar su reloj, argumento que inevitablemente pone a mi padre dentro del banco, sin titubeos ni perdida tiempo. Mientras tanto, el gerente continúa con la violencia inconclusa de mi padre hacia el policía...

Yo, algo apenado, recibo en la fila al patrón/padre y noto cierta tensión en el banco. Decenas de personas esperan en la fila desde hace ya tiempo y mi padre llega un minuto antes de que prohíban la entrada y pasa a las cajas antes que los demás, aunado al “gritadón” al gendarme. Siento malas vibras, de todos hacia nosotros. Que “mal viaje”, pienso.

Mi padre, sin bajar la voz, sin importarle si quiera que somos el foco de atención en el congal me dice:
“Olvidé darte esté deposito, es clave para el cierre de mes”. No respondo, solo asisto con la cabeza y hago mi trabajo en ventanilla: pasar cheques al cajero.

Todos los depósitos logran pasar y nuestra tarea en el banco pasa a la nulidad, es hora de irnos, pero no sin un enérgico saludo a cada uno de los trabajadores del banco. “Adiós José, Adiós Lupita, Adiós Martín, Adiós Juan, Adiós... Adiós... ¿Como te llamas?” Pregunta mi padre y sonrojada responde la ejecutiva: ¡Iris!. “Adiós VIRI!!”. No me sorprende, a mi suele llamarme Efraín.

Salimos y el policía ya no nos voltea a ver, hace como si no hubiéramos pasado. Mi padre me pide las llaves del coche y subimos, yo ahora de copiloto. Pienso en lo que sucedió, en lo incomodo que fue socialmente para los demás, cuando soy interrumpido por mi padre:

“¡Viste? ¡El pinche policía me la peló!”

(pienso, Mi jefe es chingón)

lunes, 12 de octubre de 2009

Lluvia de Agosto

Estas ganas de escribir ciertos de versos.
Escribirlos y romperlos,
lanzarlos, olvidarlos...

versos sobre eso, versos sobre esto...

Sobre esos escalofrios,
esos colores, texturas y olores tan tuyos.
Ese tu brillo, que se respira...
Esos ojos...
esos ojos que conversan.

Sobre este lector de tus pupilas
que con magistral sinfonía
se pierde en tu voz

Ese viento que sale por tu boca
color rosa, cual brisa
de Otoño, Verano, Primavera e Invierno

Este "crush" con la Luna,
ese vigor en el ocaso
y en el alba letargo.

Esta correspondencia sin destinatario
Este grito ahogado... lívido... mudo...

Esta "panza" con mariposas
Esta caída sin paracaídas
Esta capilla sin virgen
Este panteísmo de todo y nada mas de ti

Esta "noche buena" en lunes y miercoles
Esta pascua en martes y jueves
Estos viernes sin ti

Esa fuerza gravitacional.
Esta resistencia.
esa resistencia...

Esta foto tuya que llevo a la guerra,
Estas ganas de no morir sin ella...
Esta esperanza que desespera

Este café y esa lluvia
Esta adicción a ser adicto de ti
Esta ceguera y su diagnostico
Esas canciones creadas por ti, para ti, de ti, contigo
Tú en primera, segunda y tercera persona...
Tú...

Esa sangre que corre,
se detiene en tus mejillas
y corre de nuevo por tu cuerpo,
armónico y perfecto

Ese "no se bailar"
este "si sabes"

Ese "saudade"...
Este "saudade"...
Estas mentiras...
Esas mentiras...

Este corazon que late...
ese ritmo que pautas...

Este noveno circulo del infierno,
este engaño, esta amistad.
Esta quimera, tan diferente a esa...

Este corazón sin "panic botton", este manjar sin sal, esta ciudad sin semáforos, este juego sin balón, este ermitaño de sociedad, este camino en construcción, esta película sin final, este musical hecho tragedia...

Eso que argumentas
ese no se que de ti
Estas palabras que no dicen nada
Este no se que de mi...

Este gemido que se oye,
pero no se escucha
Esta filosofía que no es amiga
Este silbido tan certero, tan "mejor que las letras"

Este este sin ese ese...
Este Do, Re, Mi, Tú...

viernes, 9 de octubre de 2009

Copiado al cuñado

Cuando veo algo original, lo copio...

miércoles, 7 de octubre de 2009

leyendo a un primo

Leyendo lento
despacio
con poca iluminación
suspirando, respirando
y otra palabra.

Una bocanada al cigarrillo
y sigue otra estrofa

después uno se detiene...
piensa todo lo que engloba
una palabra
¿por qué tal acomodo?

Otro suspiro
todo ha concluido

qué sensación
nada queda comprendido...

martes, 6 de octubre de 2009

Un café, tres cigarrillos...

Toda la lírica vida mía
junto con el lenguaje abstracto
y la calidez de la música.
No hay lugar para la narrativa...

Cada ciclo de la Luna
"gacela mía" y
mil referencias.

El abyecto como mascara,
si así lo deseas.
La indiferencia,
y después un par de miradas.

El correspondido "te ves bien"
(que nunca es suficiente)
y, por favor, vacía tu mente.

Aspiremos a lo natural,
lo irracional,
lo que no opina la gente.

Para ti la alta gastronomía
y todas la puertas abiertas.
Y lo más más mejor de "lo mundano"
¿acaso importa quedar ufanos?

¿Qué importa la felicidad, el amor?
son para los religiosos...
¡encuentro más real una flor!
O a un huracán con tus ojos

Mejor despide esa lágrima de tu mejilla
buscaré justicia a tus injusticias
Escribiré oberturas a tus sonrisas
Verás que el interés es desinteresado

Entenderás, no busco nada...
en especial sin ti o contigo...
¡Qué te parece si yo soy
y tu eres?

Con diferentes presentes,
con diferentes pasados
Sin adjetivos después de "ser",
simplemente seamos....